Comentario sobre Tormenta de nieve en Nueva York
Colin Campbell Cooper se sitúa dentro del grupo de artistas denominados “impresionistas americanos de Nueva York”, y también dentro de los impresionistas de la Costa Oeste, ya que vivió en Nueva York y en Santa Bárbara, California. Estudió en la Pennsylvania Academy of Fine Arts con Thomas Eakins y en las academias Julian y Vitti en París. Realizó numerosos viajes a Europa a lo largo de toda su vida. En 1898 se estableció en Nueva York y comenzó en 1902 a documentar el paisaje urbano en sus pinturas. Los edificios, las calles y la arquitectura moderna de esta enérgica ciudad lo cautivaron, y fueron las obras con estos temas las que le ganaron una gran reputación y por las que es más conocido (1).
Pintor de rascacielos por excelencia, sus escenas optimistas de la vida en las grandes metrópolis registran el cambiante mundo urbano a principios del siglo XX.
Tormenta de nieve en Nueva York se ubica dentro del corpus de obras que representan diferentes aspectos de esta ciudad destacando su arquitectura. En esta vista panorámica, Cooper ubica en primer plano los edificios de ladrillo rojo, nevados, cubiertos por el humo generado por los mismos edificios, mezclado con el viento y la nieve. La atmósfera de este día frío y gris cubre casi completamente los rascacielos ubicados en la línea del horizonte, recortando en el cielo las diferentes siluetas de estos edificios modernos, que contrastan con las viejas construcciones horizontales del primer plano. De estilo impresionista, la luz es manipulada con el propósito de intensificar el impacto de la tormenta. La contribución más grande de Cooper al arte americano se centra en el desarrollo de una iconografía urbana, donde la composición está dominada por elementos arquitectónicos que celebran la ciudad moderna.
por Carolina Sánchez Córdova
1— William H. Gerdts y Deborah Epstein Solon, East Coast/West Coast and Beyond: Colin Campbell Cooper. American Impressionist. New York, Hudson Hills Press, 2006, p. 21.