Comentario sobre Desnudo
A los 12 años llegó a la Argentina con sus padres, emigrantes alemanes. Se radicaron en Entre Ríos y desde entonces, sin saber hablar castellano –o por eso, diría Heinrich más adelante– ella comenzó a trabajar en fotografía.
En Buenos Aires, guiada por profesionales de la época, como Wilenski o Melitta Lang, depuró su estilo y en 1930, siempre con la ayuda de su padre, abrió un modesto local de fotografía en Villa Ballester, pueblo cercano a la capital.
De inmediato tomó contacto con el mundo del espectáculo y desde un comienzo y hasta el fin de su actividad se convirtió en la fotógrafa preferida del medio. No solo actrices y actores la buscaban, sino que los editores la contrataban por su calidad y cumplimiento profesional. Durante más de 40 años, su trabajo fue tapa de la revista semanal
Radiolandia.
Esa actividad central no le impidió dedicarse al paisaje, el desnudo o a los experimentos con la cámara, el montaje en laboratorio y el retoque de negativos. Presentaba sus obras en los salones internacionales adheridos a la Fédération Internationale de l’Art Photographique (Suiza) y fue la fotógrafa argentina con más aceptación entre los años 1950 y 1970.
Sus desnudos fueron notables por la maestría en la utilización tanto de la luz natural, como de lámparas artificiales o flashes; por el estudio de las formas, por sus audaces escorzos y por la siempre presente belleza formal.
El
Desnudo de 1946 perteneciente a la colección fotográfica del MNBA tiene una última anécdota. Al estar expuesto en la vidriera de su estudio en la avenida Callao, en 1991, en plena democracia, fue denunciado ante la Justicia por “exhibición obscena”. Hubo un clamor nacional e internacional sobre los valores estéticos de la obra y la sobresaliente trayectoria de su autora que acalló de inmediato esa inaceptable censura.
por Sara Facio
Bibliografía
1987. FACIO, Sara, Annemarie Heinrich. El mundo del espectáculo. Buenos Aires, La Azotea, reprod. p. 44.
2004. TRAVNIK, Juan, Annemarie Heinrich. Un cuerpo, una luz, un reflejo. Buenos Aires, Larivière, reprod. p. 132.